Entre las ciudades de Barcelona y Tarragona, cerca de la costa y con las montañas de Montserrat en el horizonte, L’Alt Penedès es el paisaje de la viña. Sus vinos y cavas aportan reconocimiento al nombre de esta tierra con tesoros por descubrir, como el conjunto arqueológico y el Parque de Olèrdola, una zona habitada en el neolítico, fortificada por los iberos y lugar estratégico durante la Edad Media. O como el conjunto monumental de Sant Martí Sarroca, que incluye la iglesia de Santa Maria, una joya del románico europeo. El modernismo dejó una huella importante en Gelida, Sant Sadurní y Vilafranca, poblaciones que ofrecen varias rutas para conocer la arquitectura y el arte de comienzos del siglo XX. Por su parte, el vino, la gran riqueza de este territorio, tiene en el Vinseum de Vilafranca un museo de las culturas del vino de Cataluña, un espacio cultural dinámico adaptado a las exigencias divulgativas del siglo XXI
Un Saludo
Vinoteca Falcon
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